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Testimonios

"Al poco tiempo vino mi mamá corriendo a avisarle a mi señora que se había hecho una toma... ahí en el terreno de los curas. Yo no estaba -estaba trabajando- cuando llegué encontré la casa con llave. Una amiga me dice "tu señora está... en una toma, anda para allá para que te de la llave". Me fui para allá y vi tantas ruquitas, vi tantos palitos parados, que me afirme en un eucaliptus que había botado y los empecé a observar y dije yo: " ¡pucha a donde vino a caer aquí!; peor todavía, estaba mojado, recién llovido esta cuestión ¡no puede ser!, cuando me vio ella me dijo: "pasa pa` dentro..." llegó y me dijo: "yo me tomé esto y pucha no lo vamos a perder". Yo le dije: ¡pucha es que estoy trabajando de noche y como te vas a quedar tú en esta humedad!

Había una compañera que estaba al lado y también arrendaba junto al lado de nosotros, entonces me dijo: "No pues compañero, tenemos que luchar".

No, le dije yo, si yo estoy de acuerdo con que luchen, pero ¡pucha! ¿y para dormir yo? ¡yo tengo que trabajar de nche y no voy a dormir colgado del eucaliptus! le dije.

Mi señora respondió con firmeza: "de alguna manera lo arreglamos". Bueno ya -le dije yo-, ya estoy aquí.

Fui a comprar unas pocas tablas y madera y levanté una ruquita ¿Como iba a estar ahí a todo el sereno y a la interperie!

Bueno los primeros días observaba y decía yo: ¡pucha el sacrificio grande!, pero poco a poco empecé a pensar -dije yo dentro de mi-: no soy yo nada más, aquí hay cientos de personas y yo creo que si esta´n todos aquí, es porque necesitan un terreno donde vivir.

Di vuelta mi pensamiento y me hice callampero.  

 

 

Relato de un poblador anónimo de la población La Victoria años `60, extraído del DEPUR.  

   En esta sección se presentan diversos testimonios de habitantes de Poblaciones "Callampas", además de algunos archivos de prensa y testimonios de profesionales que fueron testigos de las condiciones de vida y vivienda de los pobladores y dieron su opinión al respecto.

Fui elegido presidente y después secretario de la población Colo-Colo, donde no había agua, no había luz y no había nada. Despertabamos todos los días, como yo comodón ya... uno se siente mal, amanecíamos a las seis de la mañana con las narices bien tapadas de hollín. Tú dirás ¿por qué? Eran los chonchones a parafina que prendiamos nosotros allí en la casa. En la casa nos iluminabamos con chonchones a parafina, entonces había que lavarse muy bien y no había agua, no había nada. La cabeza uno se lavaba con ballerina o con perlina... [se ríe]

 

 

 

Entrevista a Ibador realizada por Mario Garcés en Santiago el 6 de Junio de 1994
 

 

¡SITIADOS POR HAMBRE Y SED!

La policia bloquea la zona donde miles de niños están sin comer y sin beber.
ESTOS NIÑOS PROLETARIOS no se preguntan el porqué de su desgracia, Sólo saben que tienen hambre y piden sus comida. Pero sus desesperados padres no se la pueden proporcionar, porque, por orden superior, no se permite la entrada a la población de ninguna clase de alimento. Vimos llorar a una madre porque se le permitiera entrar unos gramos de leche para su guagua, que no había comido en todo el día, pero un carabinero, fiel cumplidor de su deber, no se lo permitió.

"El habitante de la población callampa es un ser que sufre; acostumbrado a soportar toda clase de privaciones y sufrimientos. Al entrevistarlos, textualmente han manifestad: "es muy triste ser callampero". Son buenos y dóciles, si se encuentran con alguien de una voluntad vigorosa que les inspire confianza y demuestre interés en ayudarlos.

"Los niños se encuentran desde muy temprano a palpar la miseria con todas sus consecuencias, el frío, el hambre, el abandono y la desesperación".

 

 

Norma Ramírez Díaz, "Poblaciones Callampas". "Tesis para optar al título de Asistente Social, de la Escuela Elvira Matte de Cruchaga, Santiago, Chile; 1957 

"La taberna es el desahogo del callampero que a la vuelta del trabajo, las más de las veces abrumador, por las tardes, nada encuentra en el hogar que lo retenga y sí, la visión de la mala casa, de la mujer desaseada y de los niños desnutridos lo impele a buscar la alegría en el alcohol, el amor fácil y sin riesgos, en los amigos, en la reunión política"

 

 

 

Marticorena, Dafne. “Algunas soluciones al problema de las poblaciones callampas.” ”Tesis para optar al título de Asistente Social, de la Escuela Elvira Matte de Cruchaga, Santiago, Chile; 1959.

A continuación encontrarás testimonios de pobladores que habitan los actuales campamentos chilenos, estos te servirán para realizar la guía didáctica de la clase Nº 2, comparando la situación de vida de los callamperos y de los habitantes de los compamentos chilenos del siglo XXI.
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